Estarás cansado de escuchar las múltiples ventajas provocadas en el organismo cuando el ejercicio físico es regular y está adaptado a nuestra realidad. Está más que comprobado que provoca modificaciones positivas en nuestro estado de ánimo, autoestima, gestión del estrés, composición corporal, sistema inmune, entre otros. En esta entrada intento rozar lo mínimo los temas relacionados con los beneficios del deporte, métodos de gestión del tiempo o con las condiciones necesarias para notar los efectos positivos durante la práctica deportiva, en esta ocasión tampoco busco combatir todas las excusas y justificaciones infinitas para seguir siendo sedentario. Me centro en ofrecerte soluciones prácticas basadas en la honestidad con uno mismo, prioridades y valores que pueden ser aplicadas ahora para preservar la casa donde vives… ¡tu cuerpo!
Todos los que no tenemos la suerte de poseer las características para vivir como atletas de élite, básicamente hacemos malabares para mantener un equilibrio entre ocio, trabajo y descanso, donde por lo general siempre reinan las obligaciones y responsabilidades ante el ocio y el descanso. La gran limitación a la hora de hacer deporte son las agendas cada vez más ajustadas. Tanto a deportistas amateur como a practicantes ocasionales o a sedentarios que deseamos retomar o iniciar algún deporte nos llega una etapa en la que nos escudamos en una excusa frecuente para aplazar los entrenamientos ¡la falta de tiempo! Si este es tu caso, espero que mi punto de vista pueda ayudarte a ganar unos minutos de libertad para practicar tu actividad favorita.
¿Cuál es tu deporte?
Estas estrategias están muy relacionadas con la carrera a pie, mi hobby. Correr a pie forma parte, como mínimo, de la preparación base o como actividad complementaria en casi todos los deportes, excepto en casos en los que factores motores o sensoriales no lo permiten. Si no corres te resultará simple adaptar estas estrategias a tu actividad, en algunos casos apenas tienes que darle una vuelta de tuerca más.
“Lo más importante es que lo más importante tiene que ser lo más importante.”
Víctor Küppers
Es complicado asumir la responsabilidad ante algunos de los siguientes ejemplos de afirmaciones: “hoy hace mucho frio (o calor) para practicar deporte”, “no tengo tiempo para hacer ejercicio” o “quiero entrenar pero tengo otra tarea que hacer”. Los culpables son el clima, el tiempo y las tareas. Solo uno está totalmente libre de culpa y ese eres TÚ. El clima no presenta condiciones compatibles; el tiempo no aumenta las horas por día y las otras tareas no permiten que se realice el entrenamiento, ante estas afirmaciones siempre seremos totalmente inocentes, víctimas de las circunstancias y pusilánimes. Ya que si no somos parte del problema tampoco seremos parte de la solución. Nadie está libre de verse involucrado en estos casos de auto engaño, por lo tanto debemos cambiar nuestras afirmaciones para poder resolver ese tipo de situaciones. Analizando los problemas con honestidad nos damos cuenta de que la respuesta siempre está en nuestras manos y que su solución poco depende de factores externos.
«La mayoría de personas gastan más tiempo en hablar de los problemas que en afrontarlos.»
Henry Ford
¿Tienes un plan B?
Cuando para practicar deporte se nos presenta un clima desfavorable, siempre podemos tomar medidas como: entrenar en casa, reducir el tiempo de la sesión o abrigarnos un poco más. A día de hoy están reconocidos los beneficios de los entrenamientos de alta intensidad y las ventajas de la exposición por cortos periodos de tiempo a condiciones extremas. Por norma general, en mi caso, cuando llevo semanas aplazando una tarea importante, suelo volver a definir las prioridades y hacerla en ese momento o borrarla de la lista de tareas pendientes para siempre. El tiempo nunca para, muchas veces es difícil darse cuenta de la importancia de conjugar tareas para sacarle un poco más de jugo, en mi caso me di cuenta de que dedicaba demasiado tiempo a tareas – como abrir el correo, facebook, whatsapp, la nevera 🙂 – que no me acercaban a mis objetivos, y aunque que sigo dedicando tiempo a esas tareas, también me di cuenta que aprendo lo mismo independientemente del número de veces que acceda a esas plataformas, por lo que reduje drásticamente el número de accesos, con esta medida tengo mejorado notablemente el tiempo útil para dedicar a tareas más aprovechables. Por lo tanto es imperativo saber en qué tareas estás invirtiendo tu tiempo y darle prioridad a las que te empujan hacia tus metas.
“No nos da miedo hacer las cosas porque sean difíciles, sino que las cosas son difíciles porque nos da miedo hacerlas.”
Séneca
Consideré interesante alargarme en esta introducción reflexiva, los que me conocéis sabéis que es un tema que me gusta mucho, pues lo suelo aplicar a menudo y seguro que al leer estas sugerencias a más de uno le arrancaré una carcajada al recordar alguna que otra anécdota vivida en común 🙂 pero no me enrollo más, que me lío. Las estrategias están separadas por áreas que pueden fácilmente ser combinadas entre ellas, buscando siempre combinar lo útil con lo agradable para las partes implicadas. Como verás son ejemplos muy obvios de aplicación práctica que pueden ser aplicados hoy mismo que muchas veces pasan desapercibidos. Me di cuenta que estaban ahí a lo largo del tiempo, por un lado porque los viví yo mismo pero también por haber interactuado con personas a quien les funcionaban.
¿Cómo te organizas para practicar tu deporte?
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¡Allá vamos!
